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Enredado Con La Ladrona
Kate Rudolph


Se suponГ­a que serГ­a un trabajo sencillo.

Entrar, robar la gema y salir.



Pero todo se fue al infierno y ahora Mel estГЎ sin su pago y en la mira de un leГіn alfa enojado.





A Luke no le va nada mejor.



Su hermana estГЎ en problemas, la Esmeralda Escarlata ha desaparecido y Mel estГЎ de regreso, dispuesta a enfrentarse a Г©l de nuevo. Pero para curar a su hermana, Luke harГЎ lo impensable. Le pedirГЎ a Mel su ayuda para salvar la vida de Cassie.





Y pronto, la atracciГіn se eleva entre ellos, enredando sus vidas mГЎs de lo que jamГЎs estuvieron dispuestos.





“Robo al Alfa” es una serie de tres partes protagonizada por Mel, una extraordinaria ladrona y mujer leopardo, y Luke Torres, un hombre león alfa. Acompáñelos mientras realizan atracos, luchan contra vampiros, se encuentran con brujas, aprenden a confiar y se enamoran.








Enredado con la ladrona




Enredado con la ladrona


TraducciГіn del inglГ©s: Elizabeth Garay

Entrar, robar la gema y salir.

Pero todo se fue al infierno y ahora Mel estГЎ sin su pago y en la mira de un leГіn alfa enojado.

A Luke no le va nada mejor.

Su hermana estГЎ en problemas, la Esmeralda Escarlata ha desaparecido y Mel estГЎ de regreso, dispuesta a enfrentarse a Г©l de nuevo. Pero para curar a su hermana, Luke harГЎ lo impensable. Le pedirГЎ a Mel su ayuda para salvar la vida de Cassie.

Y pronto, la atracciГіn se eleva entre ellos, enredando sus vidas mГЎs de lo que jamГЎs estuvieron dispuestos.

“Robo al Alfa” es una serie de tres partes protagonizada por Mel, una extraordinaria ladrona y mujer leopardo, y Luke Torres, un hombre león alfa. Acompáñelos mientras realizan atracos, luchan contra vampiros, se encuentran con brujas, aprenden a confiar y se enamoran.




Por Kate Rudolph


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Entangled with the Thief В© Kate Rudolph 2015.

DiseГ±o de portada por Kate Rudolph.

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta historia puede ser utilizada, reproducida o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, sin el permiso por escrito del titular de los derechos de autor, excepto en el caso de breves citas mencionadas en reseГ±as y artГ­culos.

Este libro es una obra de ficciГіn. Los nombres, personajes, lugares y eventos son producto de la imaginaciГіn de la autora o han sido utilizados de manera ficticia y no deben interpretarse como reales. Cualquier parecido con personas, vivas o muertas, situaciones actuales, lugares u organizaciones es meramente una coincidencia.

Publicado por Kate Rudolph.

www.katerudolph.net (https://www.katerudolph.net)

TraducciГіn del inglГ©s por Elizabeth Garay

garayliz@gmail.com




Creado con Vellum (http://tryvellum.com/created)




ГЌndice


Enredado con la ladrona (#ub9bbf402-0203-5b6f-aaa7-35c3e9f1e9bd)

Por Kate Rudolph (#u644e39fc-72e1-5bde-a60d-be449aedd1fb)

1. CapГ­tulo Uno (#u58f61b20-391e-55df-8f9b-213e45b0b9fc)

2. CapГ­tulo Dos (#u52c95aa3-153d-5e44-9efc-04aa8005ca20)

3. CapГ­tulo Tres (#ua423551a-c9b9-5f8a-9b08-0876d30315ec)

4. CapГ­tulo Cuatro (#u83f781e7-0c78-52d0-8e24-d8955fce0b0e)

5. CapГ­tulo Cinco (#u906c8b9e-695f-5814-b1dd-8373f2f53fc9)

6. CapГ­tulo Seis (#u791d8f52-6379-52ec-87f6-67d2f72b166b)

7. CapГ­tulo Siete (#ub1805203-afae-571e-88d0-f5f8809a45e9)

8. CapГ­tulo Ocho (#u92a53d4f-8dda-5195-ba18-0905f0c5935c)

9. CapГ­tulo Nueve (#ua1ce591b-5d88-5eeb-a6e4-78fca26acf0e)

10. CapГ­tulo Diez (#u58a4add2-8b1a-508d-a5b7-bcdcd7609a48)

Acerca de Kate Rudolph (#u1c7eb1bf-bf10-522c-bb53-b2e36adb4ded)

TambiГ©n de Kate Rudolph (#uc0f19a76-d7b6-59ea-89cb-9fcbebad2b5b)



1




CapГ­tulo Uno


Crystal Lake Savings and Loan se encontraba un poco alejado de la carretera principal, en un bonito conjunto de oficinas en Crystal Lake, Wisconsin. Al mediodГ­a de un miГ©rcoles, el trГЎfico de entrada y salida del banco era bastante constante. Los trabajadores que se encontraban en su almuerzo acudГ­an a cobrar y depositar cheques, y los empleados a tiempo parcial cambiaban de turno. Mel observaba todo a travГ©s del espejo retrovisor en un auto estacionado a media cuadra de distancia.

Mel se enderezГі el cuello de la blusa y revisГі su reloj. Kathy Pierson era su objetivo y necesitaba estar dentro antes de las 12:30 o todo estarГ­a jodido. Considerando el lado positivo, este trabajo no exigГ­a ampliar exactamente sus habilidades. Era un banco de un pueblo pequeГ±o que protegГ­a los bienes de una pequeГ±a poblaciГіn. Pero significaba que nadie buscarГ­a aquГ­ la caja de seguridad de Tina. Principalmente, porque Mel sospechaba que se trataba de un acuerdo temporal. El cristal de adivinaciГіn era el Гєnico objeto de Tina que se encontrarГ­a en este banco, probablemente en el estado. Pero Mel no necesitaba nada mГЎs de esa bruja, ya no. Una vez que tuviera el cristal, estarГ­a en camino de enfrentarse a la Гєnica persona que ya no tenГ­a un lugar en la vida.

Mel estaba interpretando el papel de Helen Undine, una abogada mediocre de Milwaukee que buscaba una vida sencilla. Su cabello lo llevaba recogido en un moГ±o apretado que no permitГ­a cabellos sueltos. Su traje era dos tonos mГЎs oscuros que el beige, y particularmente poco favorecedor, pero costoso. Llevaba un pequeГ±o collar de perlas y un llamativo anillo de compromiso. Helen era una ... mujer complicada. Y exactamente era lo que Mel necesitaba en ese momento.

Llevaba zapatos planos, aunque Helen normalmente usaba tacones. Pero algunas cosas debГ­an sacrificarse por conveniencia, y correr con un traje de falda serГ­a lo suficientemente difГ­cil y ella no tenГ­a ningГєn deseo de tropezar debido a centГ­metros innecesarios.

El interior del banco no le daba la mejor impresiГіn de seguridad. El escritorio de un ejecutivo estaba desocupado en el vestГ­bulo, y quienquiera que se sentara allГ­ habГ­a dejado la computadora conectada a la red del banco. El guardia de seguridad, que sГіlo llevaba una pistola elГ©ctrica y no un arma de fuego, la recibiГі con una sonrisa. Tres mujeres ocupaban los puestos de cajeras, aunque solo una estaba ocupaba con un cliente. Las otras dos charlaban, sin prestar atenciГіn a la entrada.

SonriГі cuando vio a Kathy Pierson cruzar por el lugar.

Antes del final de su turno, la mujer hizo una Гєltima revisiГіn de las cajas, que era lo que habГ­a estado haciendo todos los dГ­as desde que Mel revisaba el banco. RГЎpidamente, Mel dio un paso adelante, agarrГі el maletГ­n y se topГі con la gerente del banco.

«¡Oh! Disculpe, lo siento mucho», dijo Kathy. Le dio a Mel un rápido vistazo, notando las joyas y el fino cuero de su maletín. «No la vi. ¿Hay algo en lo que pueda ayudarla el día de hoy?».

Perfecto. Mel dedicГі la suficiente frustraciГіn en su postura e inclinГі la nariz antes de hablar. В«SГ­В», frunciГі los labios y mantuvo sus palabras entrecortadas. В«Necesito acceder a mi caja de seguridad. ВїEs usted quien puede ocuparse de eso?В». La condescendencia goteaba en su tono.

El cuello de Kathy se tensГі por la frustraciГіn. Mel sabГ­a que, a esta hora del dГ­a, ella era la Гєnica persona autorizada para llevar a los clientes a la bГіveda, y estaba a unos minutos de irse a casa. Pero ella sonriГі y ni siquiera pareciГі molesta. В«Por supuesto. ВїTiene su llave? Y tendrГ© que registrar su ingresoВ».

TomГі un portapapeles de uno de los cajeros y se lo entregГі a Mel. Helen Undine tenГ­a una firma hermosa y precisa que coincidГ­a con su identificaciГіn.

Kathy la condujo a la parte trasera del edificio y atravesaron una puerta con barrotes. El guardia de seguridad entrГі en la bГіveda con ellas. Mel habГ­a abierto la cuenta tres dГ­as antes y, a travГ©s de una rГЎpida conversaciГіn, pudo conseguir la caja adyacente a la que necesitaba. El guardia y Mel pusieron sus llaves en la cerradura y las giraron simultГЎneamente. Г‰l sacГі la caja y se la entregГі. Ella le dirigiГі una sonrisa tensa en agradecimiento.

La condujeron a una pequeГ±a cГЎmara dentro de la bГіveda donde se le darГ­a privacidad para revisar el contenido de la caja y hacer lo que fuera necesario. Tanto Kathy como el guardia esperaron detrГЎs de una cortina roja mientras ella se ponГ­a manos a la obra. Mel consultГі su reloj. Llevaba menos de diez minutos en el banco y era casi la hora de ponerse a trabajar.

Un grito rasgГі el aire. Justo a tiempo.

Mel se levantó de la silla y miró a Kathy y al guardia. «¿Todo está bien?», preguntó.

Kathy se enderezГі, evaluando la situaciГіn. En ese momento, era la Гєnica gerente de turno. В«DeberГ­a ir a comprobarlo. ВїUstedes dos estarГЎn bien mientras yo no estГ©?В».

В«Por supuestoВ», dijo Mel. В«Obviamente, hay asuntos mГЎs importantesВ».

Kathy no supo cГіmo tomarse eso, pero se apresurГі a salir, dejando a Mel y al guardia solos. Mel comenzГі la cuenta regresiva desde 120, que era cuando la siguiente distracciГіn se activarГ­a. Con ligereza y ociosamente, ordenГі el contenido de la caja. HabГ­a papeles y algunas joyas baratas, nada de verdadero valor. Pero daba la impresiГіn de que habГ­a suficiente para que le tomara tiempo encontrar lo que necesitaba. Eso era lo importante.

Justo a tiempo una explosión sacudió el aire, seguida por el estallido hueco de petardos. Mel se sacudió, derribando algunos de sus papeles y jadeando por el efecto. Salió furiosa de detrás de la cortina, chocando con el guardia antes de que pudiera detenerse. «¿Qué fue eso?», exigió con una pizca de pánico arrastrándose en su voz.

La mano del guardia de seguridad volГі hacia su pistola elГ©ctrica y mirГі hacia el frente del banco. В«EstГЎ bien, seГ±ora. AquГ­ estarГЎ a salvoВ». Y se dirigiГі hacia la conmociГіn, sin mГЎs indicaciones.

Perfecto.

Mel esperГі unos segundos antes de abrir su maletГ­n y sacar las ganzГєas. El guardia habГ­a cerrado la puerta interior detrГЎs de Г©l, lo que le daba privacidad y la libertad de trabajar sin mirar por encima del hombro.

Se acercГі a la caja 109 y colocГі la llave del guardia en una de las ranuras. Se la habГ­a quitado cuando chocaron despuГ©s de la explosiГіn. Abrir la otra cerradura fue mГЎs fГЎcil de lo que deberГ­a haber sido, y en menos de un minuto Mel conseguГ­a la caja de seguridad que contenГ­a su pago por el trabajo del robo de la Esmeralda Escarlata.

AbriГі la caja y se quedГі paralizada, sin entender muy bien lo que veГ­a. CerrГі la caja y la abriГі una vez mГЎs, esperando que sus ojos la engaГ±aran.

Su pago no estaba en la caja.

SГіlo estaba una tarjeta de presentaciГіn.

En letras nГ­tidas, la tarjeta de presentaciГіn decГ­a "LUCIO TORRES", e incluГ­a un nГєmero de telГ©fono y una direcciГіn de correo electrГіnico. Sin nombre comercial, sin direcciГіn fГ­sica. Pero Mel sabГ­a exactamente dГіnde vivГ­a. DespuГ©s de todo, a Г©l le habГ­a robado la Esmeralda Escarlata.

Un mes antes, una bruja llamada Tina Anders se acercГі a Mel para incitarla a conseguir la gema. Era un trabajo difГ­cil, uno que solo tres personas, incluida Mel, eran capaces de realizar. Pero Tina y Mel tenГ­an una larga historia, y Tina le ofreciГі a Mel un pago que no podГ­a rechazar para realizar el trabajo en un perГ­odo de tiempo casi imposible.

Lo había aceptado y también lo había hecho, excepto por un pequeño percance que durante unos días la convirtió en la visita �no invitada’ del hombre león alfa. Y eso debería haber sido todo. Le entregó a Tina su piedra y ella le entregó la llave de esta caja de seguridad y el negocio estaba concluido.

Excepto por los vampiros.

Cuando explicГі el trabajo, Tina no mencionГі nada sobre los vampiros. Y, si lo hubiera hecho, a Mel le gustaba pensar que habrГ­a rechazado el trabajo, sin importar el pago. Pero los vampiros aparecieron y la mierda se fue al infierno. Luke Torres la acusГі de secuestrar a su hermana y Mel se teletransportГі antes de que pudiera arrancarle la garganta.

Lo cual fue bueno, excepto por la parte en la que terminГі desnuda a 1.500 kilГіmetros de distancia, sin la llave de la caja de seguridad, ni la direcciГіn. Todo eso terminaba con Luke y en una pila de su ropa en el bosque de Colorado. SГіlo despuГ©s de volver a reunirse con Krista le recordГі que una persona que usaba ese encantamiento necesitaba poseer las cosas con las que deseaba teletransportarse. Y la ropa de Mel se habГ­a adquirido por otros medios.

Y, si bien era dueГ±a de la llave y la tarjeta con la direcciГіn, no lo era de la ropa donde las habГ­a guardado. Krista y Bob se habГ­an marchado despuГ©s de recibir sus pagos por su participaciГіn en el trabajo, y ella se habГ­a quedado sin nada.

Y Luke lo tenГ­a todo. Lo mГЎs importante es que tenГ­a su piedra de adivinaciГіn.

Mel cerrГі la caja de golpe y la volviГі a meter en la ranura correcta. Se mordiГі el labio para no seguir maldiciendo. Una piedra de adivinaciГіn le permitirГ­a localizar el foco de la piedra con la ayuda de una bruja. TendrГ­a un GPS mГЎgico para encontrar su objetivo en cualquier momento. Y esta piedra de adivinaciГіn era mГЎs valiosa que cualquier otra cosa que tuviera.

Esta piedra de adivinaciГіn estaba relacionada con una bruja llamada Ava. Le permitirГ­a rastrear a la mujer que habГ­a matado a sus padres.

Mel se enderezГі y volviГі a sentarse ante la mesa, esperando a que Kathy o el guardia regresaran. Ya estaba formulando un plan en su mente. Bastante simple. Iba a tener que robarle al alfa una vez mГЎs.



2




CapГ­tulo Dos


A travГ©s del bosque, en las afueras de Eagle Creek, Colorado, el leГіn rugiГі donde los leones de su manada merodeaban en busca de su hermana desaparecida. El sonido generГі un escalofrГ­o. El momento de Mel podrГ­a haber sido mejor, pero ella no sabГ­a que la noche en que regresaba a la ciudad serГ­a la misma en la que Г©l habГ­a enviado a sus tropas a buscar al cachorro de leГіn perdido.

Su corazón latía con fuerza y ​​la euforia fluía a través de ella con cada chasquido de una ramita. Una vez más estaba a un paso de volver a ser apresada por el alfa. Y esta vez no tenía una bruja que la sacara del peligro.

No sabГ­a si estaban todos buscando a Cassie, pero no podГ­a imaginar ninguna otra razГіn para que estuvieran fuera. Los leones no realizaban su actividad de caza en busca de sangre; podГ­a oГ­r el murmullo de sus palabras, la seguridad de sus pasos. MetГіdicamente estaban destrozando el bosque, cubriendo cada centГ­metro en busca de la adolescente secuestrada. Pero aparte del viento y de los sonidos intermitentes de los hombres animales al acecho, Mel no escuchaba nada mГЎs.

Los animales nocturnos que solГ­an poseer estos bosques se habГ­an escondido. Incluso los insectos se mantenГ­an en silencio.

Ella se quitГі un mechГіn de cabello suelto y luego se lo colocГі detrГЎs de la oreja una vez mГЎs, cuando volviГі a posarse frente a su ojo. La primera vez que habГ­a venido a Eagle Creek, era pelirroja, o al menos tenГ­a ese aspecto. La peluca era parte de una de sus identidades y ofrecГ­a una distracciГіn a cualquiera que intentara recordar cГіmo se veГ­a. Esta noche no habГ­a distracciones. Llevaba ropa ajustada y oscura que se movГ­a con ella como una segunda piel, y tenГ­a su cabello castaГ±o recogido en una cola de caballo. En otros trabajos como este, podrГ­a haber usado una mГЎscara, pero no necesitaba ocultar su identidad al alfa. SabГ­a que ella vendrГ­a. Demonios, la habГ­a invitado.

DespuГ©s de terminar en Wisconsin, se dirigiГі directamente a Colorado. La Гєnica parada implicaba pasar la noche en St. Louis para recoger algunos suministros de una bruja con la que habГ­a trabajado antes. Por un segundo habГ­a considerado llamar a Krista, pero descartГі el pensamiento casi tan rГЎpido como llegГі. Sus antiguos socios habГ­an dejado muy claro que habГ­an terminado con ella.

Y Mel se lo merecГ­a, sГіlo deseaba que no fuera asГ­. Pero joder, con los socios habГ­a consecuencias que no podГ­a evitar; sГіlo tenГ­a que vivir a travГ©s de ellas, y esperar que algГєn dГ­a Krista la perdonara. Esa bruja era lo mГЎs parecido a la familia que le quedaba a Mel.

Pero ella no podГ­a quedar atrapada en eso. Un movimiento en falso y volverГ­a al complejo del alfa. Y ese no era un juego en el que ella quisiera participar.

El sonido de una ramita rota fue su Гєnica advertencia; Mel reaccionГі, se agachГі detrГЎs de un enorme ГЎrbol y permaneciГі totalmente quieta cuando dos leones entraron en el pequeГ±o claro por el que ella se habГ­a estado moviendo. EscuchГі a dos personas aproximarse y no podГ­an ser otra cosa que cambiaformas. Mel respirГі hondo y soltГі el aire lo mГЎs lentamente posible, recurriendo a bocanadas de aire superficiales y casi silenciosas a medida que se acercaban.

EscuchГі a un hombre decir, В«Espera, hay algo diferente aquГ­В», y sintiГі una gota de sudor en la parte posterior de su cuello. Mel no respiraba lo suficientemente profundo como para aspirar sus aromas, y no habГ­an estado en el ГЎrea el tiempo suficiente para que se impregnara su respiraciГіn. Pero habГ­a permanecido allГ­ durante varios minutos y no se percataron de la respiraciГіn superficial.

«¿Qué es?», preguntó una mujer.

В«Creo que captГ© el olor de CassieВ». El hombre tenГ­a en su voz un toque de Nueva Inglaterra y Mel casi podГ­a imaginarse cГіmo serГ­a. Alto, de cabello corto, tal vez rubio, y una mandГ­bula lo suficientemente fuerte como para levantar losas de concreto. O no, no se arriesgarГ­a a rodear el ГЎrbol para estar segura.

La mujer era originaria pura del sur de Georgia, sus palabras eran una mezcla de melocotones y miel. «¿Estás seguro? Hay algo aquí, pero no puedo identificarlo».

В«No es uno de nosotrosВ», las palabras del hombre eran seguras. Lo escuchГі aproximarse. Mel solo tuvo unos segundos antes de que Г©l diera un paso alrededor y la descubriera. Se concentrГі, sintiendo que sus manos se convertГ­an en patas de leopardo, extendiendo sus garras. Su Гєnica ventaja serГ­a la sorpresa, y solo intentarГ­a incapacitar, no matar. No tenГ­a ningГєn motivo para hacer que el alfa se enojara mГЎs de lo que ya estaba.

В«EsperaВ», dijo la mujer. В«Creo que tengo un rastro por aquГ­В». Los pasos del hombre se detuvieron y luego se dirigieron en la direcciГіn opuesta. Ambos leones se alejaron, siguiendo el rastro que ella habГ­a dejado al entrar en estos bosques. TenГ­a mucha suerte y no iba a correr el riesgo de que la atraparan asГ­ de nuevo. TenГ­a que salir de este bosque y regresar a su hotel. Entonces podrГ­a reconfigurar sus planes.

Mel se lanzГі hacia los ГЎrboles para salir del lugar. Sus garras la ayudaron, permitiГ©ndole clavarse en la corteza y levantarse sobre ramas robustas. SaltГі de ГЎrbol en ГЎrbol, viajando lentamente, pero dejando un rastro de olor mucho mГЎs discreto. Se congelГі cuando escuchГі otro rugido, este era diferente al primero. El primer rugido de leГіn habГ­a estado lleno de rabia y pesar, era la llamada de un animal decidido a vengarse. Este se escuchaba alegre.

Cassie habГ­a sido encontrada.

Viva.

Mel no dejГі que eso la detuviera. Se alejГі a kilГіmetros de distancia, hasta el pequeГ±o estacionamiento en el parque nacional, cerca del lГ­mite del territorio de Luke. Se sentГі en una rama grande y esperГі unos momentos para convertir sus patas en manos humanas. No era una tarea difГ­cil, pero tomaba tiempo. Y mientras se movГ­a lentamente, cada articulaciГіn de sus dedos le dolГ­a en protesta por la tarea a la que los habГ­a sometido, trepando a travГ©s de docenas de ГЎrboles de forma inadecuada para la tarea.

Estaba lista para saltar de su ГЎrbol cuando una joven saliГі del bosque por el sendero escГ©nico del parque nacional. ParecГ­a mГЎs joven que Mel, tal vez en sus veintes, con el cabello largo negro y la piel pГЎlida. Llevaba jeans, una blusa de seda y botas de montaГ±a. En su muГ±eca, Mel pudo ver un destello de plata, tal vez de un reloj o una pulsera.

Era extraГ±o que una mujer estuviera sola en el bosque por la noche. Incluso Mel estaba allГ­ solo para su propio propГіsito nefasto. InstantГЎneamente sospechГі de la mujer. MГЎs aГєn cuando sacГі un telГ©fono celular y lo acercГі a su oГ­do. Mel tuvo que concentrarse para escuchar, pero podГ­a distinguir las palabras con claridad.

В«HГЎgale saber que fue un Г©xito. La niГ±a se ha reunidoВ». Mel se habrГ­a congelado en su lugar si no hubiera estado ya inmГіvil. La mujer volviГі a hablar. В«TendrГ© que volver a pedir suministros a un aquelarre local. Vladimir subestimГі mis necesidades ... lo entiendo. EstarГ© al acechoВ». ColgГі sin despedirse.

Mel se quedГі en su ГЎrbol hasta que la mujer se marchГі en un sedГЎn plateado. Por las placas, podГ­a decir que era uno de alquiler.

ParecГ­a que no habГ­an encontrado a Cassie, sino que la habГ­an devuelto. Pero, ВїquГ© objetivo tenГ­an las brujas con un hombre leГіn que ni siquiera podГ­a cambiar? ВїY por quГ© necesitarГ­a suministros adicionales?

Mel tratГі de no dejar que eso la inquietara. BajГі del ГЎrbol y se subiГі a la vieja camioneta oxidada que habГ­a robado a medio camino entre Colorado y Wisconsin. TachГі este estacionamiento como un punto de entrada para su prГіximo atraco y planeГі conseguir un auto nuevo en Denver, donde se hospedaba.

Era un viaje de dos horas de regreso a esa ciudad. Mel avanzГі, sola en el camino con sus pensamientos. DespuГ©s de media hora de lucha, encendiГі la radio y cantГі una popular canciГіn country que habГ­a escuchado casi cada hora mientras trataba de encontrar estaciones con sonido nГ­tido.

La distracciГіn no funcionГі. Pero llegГі hasta Denver sin decidir ir a averiguar quГ© querГ­an las brujas.

HacГ­a una hora, Maya habГ­a recibido el dato sobre Cassie. Luke tardГі veinte minutos en movilizar al grupo de bГєsqueda y otra docena de minutos para que su gente atravesara el bosque. DejГі escapar un rugido enfurecido, desesperado por encontrar a su hermana y traerla de regreso a casa. Ella ya se habГ­a ido por mucho tiempo, pero Г©l no la perderГ­a.

El sonido saliГі de su boca humana, golpeando contra sus cuerdas vocales y dejando dolor a su paso. No le importaba. No habГ­a ni dolor, ni ninguna tarea demasiado grande que le impidiera encontrar a Cassie.

EncontrГі su olor y se aferrГі a Г©l, siguiГ©ndolo a travГ©s de senderos que no existГ­an, saltando por encima de las ramas caГ­das y estrellГЎndose contra la maleza. Su bГєsqueda no fue silenciosa: habГ­a ahuyentado a los habitantes normales de este bosque al traer a todos sus propios depredadores para el viaje. Todos se habГ­an separado, buscando en el bosque en grupos de dos y tres. Г‰l solo viajaba con otros cuatro leones. No dejarГ­an a su lГ­der vulnerable en lo que bien podrГ­a ser una trampa.

Pero Maya confiaba en su fuente y Luke confiaba en Maya. Iban a encontrar a Cassie. Sana y salva.

El bosque terminaba abruptamente, abriГ©ndose a un amplio claro. Luke detectГі a Cassie, moviГ©ndose en medio de un anillo de hongos a solo quince metros de distancia. DejГі escapar otro rugido, Г©ste entrecortado y alegre y cruzГі corriendo el claro, pisando los hongos y abrazando a su hermana.

Cassie le habrГ­a devuelto el abrazo, pero sus manos estaban unidas con esposas de plata y sus pies estaban atados con una cuerda. HundiГі su cara en el hueco de su cuello y Г©l pudo sentir sus lГЎgrimas contra su piel. В«Estaba muy asustadaВ», dijo. В«GraciasВ». SollozГі las palabras, casi sin aliento por la fuerza de su abrazo.

Luke le dio unas palmaditas en la cabeza. Era una masa de nudos rubios con bastantes hojas pegadas, casi como si hubiera estado en el bosque por mГЎs tiempo de las pocas horas que el informante de Maya habГ­a dicho que habГ­a sido. В«Te tenemosВ». La besГі en la frente y se apartГі para intentar quitarle las ataduras.

Escuchó a dos leones más entrar al claro mientras trabajaba. Tuvo que retroceder rápidamente después de un toque de las esposas. El contenido de plata era tan alto que ya podía sentir que le picaban los dedos en reacción. Siempre había tenido una baja tolerancia a la plata, pero por lo general, una reacción alérgica tardaba al menos unos momentos en aparecer. «¡Necesito una llave para estas esposas!». Exigió y se movió para desatar las piernas de Cassie. Ella se mantuvo quieta, y como era una cuerda normal, aunque gruesa, pudo liberarla en poco tiempo.

В«Esto no es lo mismo, te lo dijeВ», comentГі Javier, quien, con poca antelaciГіn, era uno de los leones que se habГ­a ofrecido como voluntario para buscarla. No era un rastreador y nunca antes habГ­a perseguido a una persona. Pero Luke necesitaba todas las manos con las que se pudiera contar.

Su compaГ±era de la noche, Alisha, respondiГі. В«Probablemente cubrimos el terreno de alguien mГЎsВ». DejГі a Javier y se acercГі a Luke. Alisha solo se habГ­a mudado a su territorio tres meses antes, anteriormente trabajaba en el CDC en Atlanta hasta que recibiГі una oferta de trabajo demasiado buena para dejarla pasar en Denver. No vivГ­a en el territorio de la manada, pero eso no le impidiГі convertirse rГЎpidamente en un miembro importante.

Javier, por otro lado, habГ­a nacido y crecido en Eagle Creek y era dueГ±o de una pequeГ±a empresa de contabilidad que manejaba el dinero de varios negocios locales. Ellos habГ­an sido los primeros en unirse a Luke y su sГ©quito en este claro. El resto de la manada entrГі lentamente.

Mick, un chico que recientemente habГ­a tenido problemas por su actitud en general y por fallar en su deber de guardiГЎn, rГЎpidamente abriГі las ataduras de las correas de Cassie. Por el momento, Luke estaba feliz de que el chico tuviera esa habilidad, pero hizo una nota mental para averiguar por quГ© los chicos de su manada estaban aprendiendo a forzar las cosas.

Ya habГ­a habido suficientes robos para toda una vida.

DespuГ©s de asegurarse de que Cassie no tenГ­a trampas explosivas y de que no habГ­a otras sorpresas desagradables en el claro, Luke ayudГі a Cassie a levantarse y llegaron a donde Г©l habГ­a estacionado su auto para llevarla de regreso a casa.

Esperaba que Cassie durmiera despuГ©s de tomar una ducha, pero su hermana menor lo llamГі a su habitaciГіn para hablar mientras ella estaba ocupada secГЎndose el cabello. Ahora que ya no estaba cubierta de manchas de tierra y hierba, podГ­a ver moretones negros y marrones cubriendo su piel pГЎlida. La violencia rugiГі dentro de Г©l y quiso correr, perseguir a quienquiera que le hubiera hecho eso. Pero estaba agradecido de que sus Гєnicas heridas parecieran ser superficiales. Sin huesos rotos, ni nada peor.

Al menos, ella no habГ­a dicho nada.

«¿Cómo estás?», preguntó. Se sentó en la silla de lectura y apoyó los pies en el borde de su cama. La habitación era grande, con dos sillas, un escritorio y un rincón de lectura junto a la ventana. Era la habitación de invitados que Luke usaba para su familia y estaba a sólo dos puertas de la suya.

Cassie se sentГі en la cama, con la espalda apoyada en la cabecera. В«Golpeada y magullada, pero estoy bienВ». Se pasГі los dedos por el pelo suavemente mientras hablaba. В«Lo siento mucho, metГ­ la pata. No deberГ­a haberlo hecho, perdГіnВ», las lГЎgrimas llenaron sus ojos. В«Se que me equivoquГ©...В».

Luke levantГі una mano. В«Hablaremos de todo eso mГЎs tardeВ». Y tenГ­a toda la intenciГіn de hacerlo, sabГ­a que la ira le lamerГ­a los talones una vez que estuviera seguro de que su hermana estaba a salvo. Incluso ahora, con ella de vuelta en su habitaciГіn, no podГ­a creerlo. Pero al llegar la maГ±ana esperaba estar en plena forma. Ella no necesitaba eso esta noche.

Pero ella no estaba lista para dejar de hablar. «¿Le dijiste a mamá y a papá?» No creía que ella pudiera sonar más arrepentida.

Y fue el turno de Luke de dudar. Su madre y su padrastro estaban de vacaciones cuando Cassie desapareciГі, y ni siquiera habГ­a pensado en contactarlos hasta dos dГ­as despuГ©s. Como alfa de su territorio, cuidar de su gente era su trabajo, no podГ­a ir a llorar con sus padres cuando algo estaba mal. AsГ­ que se habГ­a demorado intencionalmente. В«TodavГ­a noВ», dijo finalmente. В«SabГ­a que te encontrarГ­aВ».

Cassie entrecerró los ojos, pero no pidió más razones. «¿Así que tal vez no tengan que saberlo?».

В«Hablaremos de eso mГЎs tardeВ».

Su hermana lo dejó pasar y cambió de tema. «Fueron dos vampiros los que me llevaron, aunque solo vi uno después de la primera noche. Después de eso, ellos…», cortó y frunció el ceño. Después de un momento continuó como si no recordara haber hecho una pausa. «No recuerdo cómo llegué al claro, pero sabía que vendrías por mí». Ella sonrió y se inclinó más hacia atrás, quizás relajándose por primera vez desde que había entrado en su casa esa noche. Pero ella volvió a sentarse y se puso rígida.

«¿Qué ocurre?», preguntó Luke.

Cassie negГі con la cabeza. В«No sГ©. Mi espalda debe estar magullada o algo asГ­В».

Luke se puso de pie. «¿Puedo ver?» No tenía formación médica, pero pensó que podía distinguir entre algo leve y algo grave. «O puedo hacer que Kenny venga a echar un vistazo. Ella es paramédica».

Cassie se tumbГі boca abajo. В«Claro, Г©chale un vistazoВ». Se subiГі la camiseta para revelar una masa de moretones centrados alrededor de su columna. Feos tonos morados, negros y azules cubrГ­an su espalda, Luke no tenГ­a idea de cГіmo no lo habГ­a notado hasta ese momento.

Suavemente presionó su mano sobre la carne magullada. «¿Duele esto?», preguntó.

La voz de Cassie fue amortiguada por la manta. В«Como si fueran moretonesВ», respondiГі.

В«Tengo un ungГјento que deberГ­a ayudarВ». La dejГі sola por un momento para agarrar una botella de su baГ±o. Pero solo habГ­a salido al pasillo cuando se le erizaron los pelos de la nuca. Se dio la vuelta y entrГі en la habitaciГіn de Cassie.

Su ladrona, la mujer que habГ­a robado la Esmeralda Escarlata directamente de su bГіveda, estaba junto a su hermana, con una mano sobre la espalda de Cassie.

«¿Que demonios estas haciendo aquí?» él chasqueó.




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